domingo, 29 de junio de 2014

EL IMPERIO DE LOS ONEIROS

Me encanta hacer colaboraciones por eso quiero compartir con ustedes unas fotografías llenas de magia y encanto que envuelven al espectador en un hermoso cuento y que nos hacen recordar las historias de nuestra infancia.

El Elixir de los Sueños

Habitante hoy de los rincones del recuerdo y las habitaciones de un castillo que parece evaporarse, debe aferrarse a la esperanza que Pandora resguardo en su caja, para que no desaparezca como una gota en el Océano del Olvido infestado de autómatas sin recuerdo y sin pasado. Oniros Rey del Sueño y la Fantasía debe beber el «drink me» que le permite vivir allí donde no hay Alicia quien tomárselo, ni sombrero quien disponga el acartonado rito del té. 

Fotografía Edición y Make up: Luis Ramírez Osorio.
Modelo: Esteban Beltrán.
Locación: Natasha Posada Ruiz
Vestuario y Texto: Leifer Hoyos Madrid.

Remembranzas de un Reino Imaginado (I)


Hace muchos vuelos de mariposas cuando el mundo respiraba el aire de una brisa de primavera, cargada con partículas de fantasía que brillaban en el aire, como pequeñas luciérnagas, los personajes de Cuentos de Hadas armaban su reino en cualquier rincón de la Tierra, un bosque, una casa abandonada, un lago hasta una hoja de papel o un zapato viejo podían ser el hogar de los Personajes de Cuentos, como el Rey Oniros, gobernante de los Sueños y la Fantasía, quien habitaba una tierra soberana digna de la imaginación poblada por millares de Oneiros que incitaban a soñar a los mortales y ha cohabitar la Tierra juntos, infundían el poder de la Fantasía y la Imaginación con solo exhalar su aliento sobre sus ojos. Fue así como la Tierra entera pudo soñar y habitar otros mundos a través de soplos fantásticos que muchos percibían como cantos de aves, susurros de lluvia y hojas elevadas por el viento.

La Máquina avanza y el Sueño retrocede (II)



Un día alguien dejo de oír el soplo de los súbditos del Rey Oniros y estos al no tener una función más allá que la de inducir a la fantasía y suministrar el sustrato onírico , iban desapareciendo como burbujas en el aire. El Rey Oniros fue perdiendo su vasto imperio que otrora sostenía; redujeron sus tierras el sonidos de las locomotoras sin alma, de los aviones sin espíritu alado y sus legiones extinguidas como ráfagas huracanadas extinguen el fuego.

La Decadencia Onírica (III)



El Rey Oniros fue condenado a vivir en las coordenadas de un plano imaginario, de objetos con memoria de tiempos fantásticos, de habitaciones con portales construidos en las paginas de los libros a la espera de aventureros que puedan escuchar el soplo y el aliento de su boca cargada de vastos imperios celestes, ultramarinos y subterráneos. El Rey Oniros de apariencia antes caballeresca y cortesana observa como su dorada corona antes del Oro Divino es corroída por el óxido y su traje desgastado por el tiempo inclemente.

El Elixir de los Sueños (IV)



Habitante hoy de los rincones del recuerdo y las habitaciones de un castillo que parece evaporarse, debe aferrarse a la esperanza que Pandora resguardo en su caja, para que no desaparezca como una gota en el Océano del Olvido infestado de autómatas sin recuerdo y sin pasado. Oniros Rey del Sueño y la Fantasía debe beber el «drinkme» que le permite vivir allí donde no hay Alicia quien tomárselo, ni sombrero quien disponga el acartonado rito del té.